Lanzan campaña para frenar la esclavitud de los médicos cubanos en México

Médicos cubanos en México / Foto: ACN

Sumario

  • Más de 3,500 médicos cubanos trabajan en México bajo condiciones que incluyen confiscación de pasaportes, retención de hasta el 95% de sus salarios y amenazas a sus familias.
  • El artículo 23.6 del T-MEC, en su redacción actual, permite el trabajo forzoso si no afecta el comercio o la inversión, lo que facilita la explotación laboral.
  • La FHRC insta a modificar este artículo para prohibir todas las formas de trabajo forzoso y llama a la participación en la consulta pública de la Oficina del Representante Comercial de EEUU.

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) lanzó esta semana una campaña bajo el título “Actúa Ahora: Pon Fin a la Trata de Personas de Cuba a México”, que pide al gobierno de EEUU cerrar un vacío legal en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que, según denuncian, permite al régimen cubano lucrar con el trabajo esclavo de miles de médicos enviados al extranjero.

Actualmente, más de 3,500 médicos cubanos trabajan en México bajo un esquema que la fundación y diversas organizaciones internacionales califican como “trata de personas patrocinada por el Estado”. A los galenos se les confiscan los pasaportes, se les retiene hasta el 95% del salario y se amenaza a sus familias en Cuba para impedir deserciones.

“Estamos hablando de tráfico humano con fines de lucro. El régimen cubano ha ganado miles de millones de dólares vendiendo el trabajo de sus médicos”, denunció Tony Costa, presidente de FHRC. “Y México es cómplice directo de este crimen”, agregó.

Un vacío legal que facilita la esclavitud moderna

En su redacción actual, el artículo 23.6 del T-MEC prohíbe el trabajo forzoso solo si afecta el comercio o la inversión. Esa cláusula, aparentemente técnica, ha sido utilizada por gobiernos como el de México para justificar la contratación de personal médico cubano bajo condiciones de explotación.

“Esta redacción protege a regímenes autoritarios y les da margen para seguir operando sin consecuencias”, explicó Maite Luna, periodista e investigadora asociada a la FHRC. “El objetivo de esta campaña es eliminar esa trampa y lograr que el tratado prohíba todas las formas de trabajo forzoso, sin depender de interpretaciones económicas”.

La organización insta a ciudadanos, organizaciones y legisladores a participar en la consulta pública abierta por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) y exigir la modificación del artículo.

“Es una oportunidad concreta para actuar”, dijo Costa. “En Estados Unidos la opinión pública tiene peso. Cada comentario cuenta para proteger a miles de trabajadores explotados”.

El negocio del dolor

El envío de médicos al exterior es una de las principales fuentes de ingresos del régimen cubano, por encima incluso del turismo o las remesas familiares.

De acuerdo con estimaciones de FHRC, La Habana llegó a recaudar más de 11,000 millones de dólares al año por este concepto. Actualmente, tras presiones internacionales, la cifra ronda los 4,000 millones anuales, pero el sistema continúa intacto.

Los médicos son obligados a firmar contratos sin garantías laborales, vigilados por agentes de la Seguridad del Estado y castigados con la prohibición de regresar a Cuba durante ocho años si abandonan la misión.

Una parte de sus sueldos se deposita en cuentas inaccesibles en Cuba, lo que convierte su relación laboral en una forma institucionalizada de servidumbre.

“No nos oponemos a que otros países contraten médicos cubanos”, aclaró Costa. “Nos oponemos a que los contraten como esclavos”.

Un drama que también golpea al sistema de salud cubano

La exportación masiva de personal médico no solo viola derechos humanos, sino que profundiza la crisis sanitaria dentro de Cuba.
Mientras el régimen invierte en hoteles y propaganda, los hospitales del país están en ruinas, las farmacias vacías y las familias sin acceso a medicamentos esenciales.

“El número de pacientes por médico ha crecido dramáticamente”, explicó Maite Luna. “Miles de galenos han abandonado la isla o la profesión, agotados por la falta de recursos y la presión política. En Cuba hoy la gente muere por enfermedades tratables, mientras el régimen exporta médicos para ganar divisas”.

Por qué importa: derechos humanos y credibilidad de EEUU

La campaña de FHRC no se limita a una denuncia moral: plantea una cuestión de coherencia política y estratégica. Si el T-MEC mantiene una cláusula que legitima el trabajo forzoso bajo el argumento de que “no afecta el comercio”, Estados Unidos correría el riesgo de convertirse en cómplice indirecto de la esclavitud moderna.

“Cerrar este vacío no es solo un tema de derechos humanos, afirma el texto de la campaña, también es una cuestión de credibilidad para Estados Unidos, que no puede firmar acuerdos que legitimen la trata de personas ni permitan a dictaduras financiar su represión”.

El llamado es claro: actualizar el artículo 23.6 del T-MEC para que prohíba todas las formas de trabajo forzoso y trata organizada por gobiernos, sin excepciones.

Presionar por un cambio en el T-MEC podría asfixiar una de las mayores fuentes de financiamiento del aparato represivo cubano y salvar a miles de médicos de un sistema de esclavitud moderna.

“Esto no es un problema técnico, sino moral”, concluyó Luna. “Cada comentario enviado es una voz por la libertad de los médicos cubanos”.

Este año, el régimen de Cuba volvió a ser incluido en el nivel más bajo del Informe sobre la Trata de Personas, del Departamento de Estado de Estados Unidos, que destaca un “patrón gubernamental” de explotación laboral en las misiones médicas de la isla en el extranjero.